Valoramos más la ayuda recibida que el resultado obtenido

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Si ayudas a los demás, permanecerás más tiempo en su memoria
Si quieres ser recordado, centra tus esfuerzos en mantener relaciones que hagan sentirse bien a las personas que tienes alrededor
Valoramos más la ayuda recibida que el resultado obtenido

Pablo estaba feliz esa mañana. Había logrado el mejor resultado desde que ocupaba el puesto. Miguel, su mentor, le dijo: “Enhorabuena. Estoy muy satisfecho”.

“Sabía que este trimestre iba muy bien. Ahora ya he dejado mi huella y podré ser recordado”, acabó diciendo con orgullo Pablo.

No quiero ser aguafiestas, pero dices que vas a ser recordado por un resultado, que es muy bueno. Te aseguro que nadie en una posición intermedia es recordado por ello. Al menos no mucho tiempo. No recuerdo que pasado un tiempo nadie alabe que Juan enviara todos sus reportes a tiempo, que Javier consiguiera reducir el inventario, que Marta hubiera captado 30 clientes en un mes o que Marcela minimizara las comisiones bancarias. Las personas son recordadas por las relaciones que forjaron, no por los logros alcanzados; estos son sobrepasados y pierden valor; el recuerdo de las relaciones y de lo que hiciste sentir, perdura. Si quieres ser recordado, centra tus esfuerzos en mantener relaciones que hagan sentirse bien a las personas que tienes alrededor; ayuda de verdad a otros y permanecerás mucho más tiempo en la memoria y el cariño de los demás. Lo que perdura es cómo hiciste sentir a la otra persona”, le contestó.

Muchas veces ponemos el foco en los resultados o en las tareas a realizar, mucho más que en las personas.

Decía Jorge Valdano que nunca había visto gritar “hurras” en una asamblea de un club de futbol al presentar un balance o cuenta de explotación, pero sí a la gente en el campo volverse loca al marcar su equipo un gol. Eso lo tenemos que aplicar a nuestra vida profesional y ser conscientes de que las personas valoramos mucho más lo emocional que lo racional, la ayuda recibida que el resultado obtenido, que se olvida con el tiempo.

Por ejemplo, yo no tengo ni idea de qué resultado obtuve frente al presupuesto de 2011, pero sí que me acuerdo de quién trabajaba conmigo y si era alguien que merecía ser recordado o no; me acuerdo perfectamente sobré que me hacía sentir y, sin embargo, no recuerdo cual fue su aportación concreta a lo que obtuvimos.

Si quieres ser recordado con cariño esfuérzate en ayudar a los demás, será tu mejor responsabilidad social.

Y tú, ¿forjas relaciones o eres más de resultados?