Disfrutar del camino es compatible con obtener resultados
Hace ya unos cuantos años me recogía en el aeropuerto de Valencia uno de los vendedores de la delegación. Íbamos a visitar a un cliente de allí. Tras montarme en el coche y tras los correspondientes saludos comenzamos ruta. Yo recordaba que la vez anterior había ido con el director de la delegación y el camino había sido realmente agradable, con paisajes preciosos, y tenía ganas de volver a verlos y disfrutar de aquello.
En contra partida, rápidamente cogimos una autovía de locos, con entradas y salidas por todos lados, coches cruzándose, pitando… y yo pregunté: “¿Seguro que es por aquí? La otra vez con Ramón fui por la costa”. “Sí, seguro”.
Llegamos e hicimos la visita que no nos fue excesivamente bien. Yo creo que íbamos acelerados. Al salir le pregunté por qué había elegido esa ruta en vez de ir por la costa, que era mucho más agradable y, sobre todo, menos estresante para conducir. La respuesta fue que se ahorraban unos minutos.
La contrapartida fue que aumentamos nuestro nivel de estrés, el riesgo de accidente y, además, nos perdimos una ruta en coche muy atractiva (al menos yo, quizá para él era habitual).
Sacrificamos el camino por el resultado, que encima no fue brillante, seguramente por el exceso de estrés acumulado. Esto lo hacemos muy a menudo: la obsesión por el resultado no te deja disfrutar del camino, es más, ni siquiera te das cuenta de lo que te pierdes.
El resultado es muy importante, totalmente cierto, pero disfrutar del camino no excluye que puedas alcanzarlo. Erróneamente pensamos que o disfrutamos del camino o conseguimos el resultado y renunciamos de antemano a tener los dos, que no tendría por qué ser incompatible.
¿Cómo puedo hacer eso si tengo exigencias de mi jefe y tengo que cumplir objetivos? La respuesta es clara: empieza a hacer ver las cosas bien y verás, cómo en no mucho tiempo los resultados se disparan. Lo que sucede es que somos muy cortoplacistas y nunca empezamos y entramos en la carrera de la rata de la que ya no podremos salir.
Mi reflexión de hoy es: Los mejores resultados llegan cuando haces las cosas bien y para ello tienes que saber qué es lo correcto y disfrutar del camino
Te aseguro que es posible, aunque eso sí, tienes que pasar por las 6 Ps: parar, pensar, planificar, priorizar, programar y producir.